El pasado día 14/4 se disputó una nueva edición del Triatlón
de Arenales (Elche). Con una excelente organización liderada por el gran Ximo y
con unas buenas condiciones meteorológicas nos citamos una gran cantidad de
locos de este deporte en los boxes del paseo marítimo.
Estuve hace dos años en Arenales y aún recordando la dureza
de la prueba cometí la imprudencia de presentarme sin haber entrenado lo
suficiente para acabar de una manera decente. Pero el hecho de poder hacer el
viaje con mi hermano Beredas y su futura esposa, y poder compartir cena y
desayuno con algunos amigos excompañeros del Evasión hizo que me atreviera, muy
a sabiendas de que lo iba a pasar muy mal.
Tal y como es tradición madrugón para desayunar con los
compañeros y primeras risas con nuestro compañero argentino, que está como una
col. Recogemos trastos y marchamos en caravana hacia la playa. Aparcamos fácil
y rapidito a boxes, donde dejamos las cosas. Allí ya pierdo a mis compis de
viaje, ya que estamos colocados muy lejos unos de otros y hay demasiada gente.
Luego, con el neopreno puesto, no hay manera de localizar a nadie. Así que voy
a la playa y me hago a la idea de calentar. 50 metros para dentro y vuelta
cagándome en lo fría que está el agua y acojonado por lo mal que lo vamos a
pasar. Van a dar las primeras salidas, así que me dirijo a la playa y busco los
gorros de mi color. Allí me encuentro a un compañero de trabajo de Beredas, que
ha venido con nosotros, y que va a intentar acabar su primer triatlón allí, en
Arenales, con un par…
Sin darnos cuenta llega nuestra salida. Me coloco en la
parte trasera y por la izquierda, ya que el primer giro es a derecha y paso de
pegarme con nadie. Además voy muy justo también con la natación, por lo que lo
más inteligente es ir a mi rollo e intentar salir del agua sin sufrir mucho. A
los 200 metros ya tengo que parar y es que no consigo llevar la respiración
como toca. Voy al final del grupo, pero veo a varios pencos que me
rodean..jeje. Nos acercamos a la boya más distante, en la que han puesto un
velero para que lo veamos bien. Está lejísimos, pero con un poco de paciencia
se llega. Voy alternando el nado con el flote ballenero, y al llegar a esa boya
parece que se me enciende el piloto automático y empiezo a nadar con más ritmo.
Voy muy mal colocado, de los últimos de mi salida y ya están pasándonos los de
la siguiente salida. Me desmoralizo, porque la natación es lo único que hago de
manera un poco decente y en este caso está siendo patética. Intento apretar un
poco y empiezo a pasar a gente. Ultimo giro y hacia la orilla. Voy muy cansado,
pero el ritmo es más decente. Salgo del agua y me doy cuenta que
afortunadamente no he puesto en marcha el Polar. Transición kilométrica y
cogemos la bici. Nada más salir rampón en el que noto un pinchazo en la zona
del tendón y por un momento se me encienden las alarmas. Me bajo un momento de
la bici, estiro y sigo. Falsa alarma, no vuelvo a notar nada en la bici. Voy a
un ritmo de 30-32 km/h y van pasando los kms sin excesivo esfuerzo. Sobre el km
70 oigo que se acerca un cohete y me pasa mi hermano el Beredas, con su cabra,
pedaleando super suelto y muy bien. Me alegro muchísimo y le doy ánimos. El
también me anima y me dice que siga, que voy bien.
Llego a boxes y ya están la mayoría de las bicis ahí, así
que voy muy mal clasificado, aunque sinceramente me da igual, el único objetivo
es acabar. Me quito el casco, dejo la bici y al cambiarme las zapas se me suben
los dos gemelos a la vez!!!! Empezamos mal. Me siento y el compañero de al lado
me echa una mano para poder levantarme. Mala pinta tiene, que quedan 21 kms por
delante y ya voy acalambrado. Nada más empezar la carrera a pie vienen unos 4
kms muy duros, con las famosas escaleras y alguna que otra rampa. Al pasar esa
zona empiezo a tener problemas en el cuádriceps y pienso que no voy a poder
acabar. Me tomo una pastilla de sales y los ánimos de los voluntarios hacen que
siga trotando, esperando que las molestias me permitan seguir. En el km 6 me
cruzo con Beredas, que va por el 8,5 sonriendo, para variar, y me da ánimos. Ya
voy jodido, me quedan las dunas, la arena, el paseo y otra vuelta igual. Al
final de esta primera vuelta vuelven a aparecer los calambres y vuelve a
aparecer la idea de retirarme, pero en cuanto me acerco a la zona de meta y veo
la animación desaparece.
Acabo la zona chunga de la segunda y última vuelta y me
cruzo con Beredas, que ya va para meta, qué grande, va súper bien.
En la segunda vuelta camino mucho, las piernas no dan para
más y los calambres son constantes. Pero casi sin darme cuenta estoy en el
último km. La gente no para de animar y aunque voy a puntito de acalambrarme
llego a meta intentando correr. Acabo, abrazo de rigor del amigo Ximo, medalla,
y detallazo de mi hermano Beredas que está esperándome para darme un abrazo.
Gran final. Me comenta que ha hecho un carrerón, y es que está muy fuerte, de
cara a su debut en el Ironcat del próximo sábado 11/5.
Vuelta a casa con parada en el Mc Donalds de Petres, donde
flipamos con la marea amarilla que viene de Murcia de ver el partido.
Prometo volver a Elche en 2014, pero preparado para hacer un
tiempo más decente y no sufrir tanto.
Y con esta crónica de Arenales se produce un parón en el
blog hasta finales de 2013. El motivo es que voy a centrarme en un nuevo
proyecto, respaldado por un nuevo blog, al que le voy a dedicar todo el tiempo
que pueda. Se trata del proyecto “Un Ironman por Alba”. Un proyecto en el que
vamos a intentar recaudar fondos para la Asociación Alba Pérez, que recoge
fondos para los niños enfermos de cáncer.
En breve empezare a publicar en unironmanporalba.blogspot.com
donde podréis informaros de cómo colaborar y espero que entre todos podamos
recaudar mucho dinero para que se siga investigando y que estos niños puedan
tener una vida normal y feliz, como la que se merece tener cualquier niño.
Abrazos y besos…
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