¿Seguridad o Negocio?

Este próximo fin de semana se celebra el Triatlón de Valencia y durante toda la semana están surgiendo en las listas de correo de la Fed Valenciana de Triatlón mails que se preguntan si el circuito es el idóneo para tal cantidad de gente inscrita o si incluso tanta gente hace que toda seguridad se vea mermada por la búsqueda de un beneficio económico.

Y es que en los últimos años están proliferando empresas que se dedican a organizar triatlones en plan espectacular, y en los que además de las distancias habituales (sprint y olímpico) también añaden la distancia super sprint (la mitad que un sprint), triatlón de la mujer (lo mismo que el super sprint pero solo para mujeres) y una modalidad "flash" que sinceramente no sé para qué sirve porque las distancias son tan cortas que no llegas a disfrutar de ninguna de las disciplinas.

Estos triatlones están respaldados por grandes campañas publicitarias en revistas de triatlon y de deporte en general y somos los propios triatletas los que consciente o inconscientemente atraemos al público objetivo de estas nuevas modalidades (mujeres, parejas, compañeros de curro, familiares....).

Pero en el fondo lo que buscan estas empresas, más que la promoción del triatlón, es que participen cuantas más personas mejor, ya que buscan un beneficio económico en contraprestación a su trabajo de organización y promoción de la prueba.

Todas las pruebas tienen un límite de inscripciones, pero no creo que este límite esté marcado por la seguridad de los triatletas en todo el circuito, sino por otros motivos que desconozco.

Lo que está claro es que no puedes meter a 400 personas de una de estas categorías que llaman de "promoción" en un circuito de bici corto y con muchas curvas o rotondas, porque la mayoría de esta gente no tiene experiencia en rodar en pelotón y una caída puede ser muy peligrosa.

Yo pude comprobar todo esto en el triatlón olímpico de Barcelona de 2009, donde nos metieron a varios miles de participantes en el mismo circuito de bici, a dar 4 vueltas, con multitud de curvas peligrosas. Durante la hora y pocos minutos que estuve encima de la bici pude presenciar 4 o 5 caídas y las ambulancias no dejaban de ir de un lado al otro del circuito. Afortunadamente no pasó nada grave, pero algún día pasará algo grave y entonces todo el mundo dirá que se tenían que haber puesto medidas para evitarlo.

Se supone que las distintas federaciones territoriales de triatlón son las encargadas de velar por la seguridad de los participantes y son los que tienen que decir al organizador si los circuitos que han preparado son correctos para la cantidad de gente que va a participar. Pero si somos mal pensados y planteamos que a una federación le ponen un caramelito de prueba con 4000 participantes seguros, de los cuales casi la mitad son debutantes (y por lo tanto posibles futuros federados en este deporte si les gusta), no creo que dicha federación sea muy estricta con los circuitos y seguridad de los mismos.

Yo, al menos, no volveré al triatlón de Barcelona, porque en lugar de frenar este crecimiento desmesurado de inscripciones lo van incentivando. Y en Valencia me temo que también pasará más de lo mismo. Así que no nos queda otra que marcarnos objetivos en pruebas tradicionales (que afortunadamente todavía hay muchas) y dejar estas macro pruebas a quien les guste el "roce" en carrera.

Espero que este fin de semana no pase nada en Valencia y que sea una fiesta de este deporte que cada día es menos minoritario. Y mucha suerte para los compañeros que compiten allí, sobre todo a Silvia, que debuta en el triatlón de la mujer.